Partiendo de cuentos que conocían, han tenido que desmenuzarlos, recrearlos, transformarlos y ponerlos patas arriba para, finalmente, terminar creando otras historias. Aunque había unos conocimientos previos, el primer paso ha sido leerlos para recordar bien los detalles y pensar al mismo tiempo los cambios que iban a introducir. En algunos casos, han cambiado el final del cuento; en otros han incorporado nuevos personajes, incluso ellos mismos se han convertido en protagonistas; algunos han preferido mezclar personajes de distintos cuentos clásicos creando una nueva historia...
Caperucitas malvadas que atacan a lobos buenos, patitos que no son tan feos, cerditos que conviven con el lobo en perfecta paz y armonía, princesas que luchan contra monstruos, ratones presumidos que se colocan 'piercings'...
Creemos que el objetivo se ha cumplido: se han acercado a la narración partiendo de ideas conocidas y han sido capaces de crear nuevas ideas en un juego entre la realidad y la fantasía. Y, por encima de todo, han disfrutado creando historias juntos.
Este es el resultado de su trabajo. ¡Enhorabuena. escritores! Seguid así:
Y la próxima actividad..., ¿en qué consistirá?
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