Refugiado es la palabra del año 2015 para la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y BBVA.
Por tercer año consecutivo, la Fundéu BBVA ha dado a conocer su palabra del año, elegida entre las más de doscientas a las que ha dedicado alguna de sus recomendaciones diarias durante los últimos doce meses.
Tras elegir escrache en 2013 y selfi (la adaptación a la ortografía española de la voz inglesa selfie, sin e final) en 2014, el equipo de la Fundación ha optado en esta ocasión por refugiado, un término que no es nuevo pero que ha marcado de forma decisiva la actualidad informativa del año que termina.
«La primera condición es, por desgracia, obvia: en todo el mundo, pero en particular en Europa, la crisis de los refugiados, su tragedia, ha sido noticia a lo largo del año y es muy probable que lo siga siendo mientras las causas que desencadenan la huida de millones de personas de Siria, Irak, Libia y otros países no cesen», explica el director general de Fundéu BBVA, Joaquín Muller. Desde el punto de vista lingüístico, la Fundación creyó la necesidad de aclarar la diferencia de significado entre refugiado e inmigrante.
Como criterio general y según las definiciones del Diccionario académico, inmigrante es todo aquel que llega a un país para establecerse en él. Si nos referimos a esta persona desde la perspectiva no de quien entra en un país, sino de quien abandona el propio, estaremos hablando de emigrante. Y migrante es un término más general que incluye a ambos y es más frecuente en el español de América.
Desde un punto de vista lingüístico, y con independencia de la definición precisa establecida en derecho internacional, un refugiado es aquel que 'se ve obligado a buscar refugio fuera de su país a consecuencia de la guerra, revoluciones o persecuciones políticas'.
Desde un punto de vista lingüístico, y con independencia de la definición precisa establecida en derecho internacional, un refugiado es aquel que 'se ve obligado a buscar refugio fuera de su país a consecuencia de la guerra, revoluciones o persecuciones políticas'.
Antes de dar a conocer la decisión final, la Fundación publicó una lista de palabras finalistas en la que, además de refugiado figuraban otras muy relacionadas con la actualidad (chikunguña), el mundo del deporte (sextuplete) y los problemas y cambios sociales y tecnológicos (inequidad, poliamor, disruptivo).
También fueron seleccionadas expresiones del entorno de las redes sociales o que, al menos, han hecho fortuna en él, como el me gusta de Facebook y otras redes, trolear, zasca, una interjección convertida en uno de los sustantivos de moda en ciertos registros del español de España o clictivismo, una alternativa en español a clicktivism, el anglicismo que se refiere al apoyo a diferentes causas a golpe de clic de ordenador.
Fuente: fundeu.es
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