NO ES UNA CAJA

Esta semana estamos empleando en la sesión de cuentacuentos de nuestra biblioteca con el alumnado de E. Infantil un libro que recientemente hemos incorporado a nuestro catálogo. Se titula "No es una caja" y está escrito por Antoinette Portis y editado por Kalandraka. 

Hay libros que, más allá de contar una historia, invitan a dar rienda suelta a la imaginación, a poner en marcha los resortes de la creatividad, y este es uno de ellos. A primera vista parece un libro sencillo, con ilustraciones minimalistas, una narración muy directa y una estructura repetitiva, pero está muy bien pensado para hacer que los pequeños participen y traten de adivinar lo que puede aparecer en la siguiente página. 

La historia gira en torno a un conejito que, a través de su imaginación, convierte una caja en objetos muy diversos. Está clara la intencionalidad de la autora al dedicar el libro a "todos los niños que juegan con cajas de cartón". Mientras se le pregunta por qué está jugando con una caja, el conejito responde siempre de la misma manera: "No es una caja" y son las ilustraciones las que nos hacen ver qué está imaginando el personaje en cada momento. La caja no es una caja, porque la ha transformado en un coche de carreras, una montaña, un edificio en llamas, la barquilla de un globo aerostático...

Es un libro que invita al alumnado a ver el mundo de una manera diferente, a pensar fuera de lo convencional, y este juego simbólico es fundamental para el desarrollo cognitivo, ya que les permite explorar nuevas posibilidades y formas de pensar. Es la razón fundamental por la que hemos considerado que debía formar parte de nuestro fondo bibliográfico.

Para finalizar la sesión en la biblioteca, les hemos pedido que dibujen su propia caja y la transformen en lo que les dicte su imaginación: casas, abejas, cohetes que viajan al espacio..., todo cabe en una "no-es-una-caja".